martes, 14 de enero de 2014

Entrevista de Miguel Tena en la página web del CD Lugo



CHARLA




Miguel Ángel Tena califica al CD Lugo como "una familia"


Declaraciones del defensa castellonense al servicio de comunicación del club

Entrevista a Miguel Tena
Entrevista a Miguel Tena
14/enero/2014
El central castellonense es la viva personificación de la veteranía y la experiencia en Segunda. Recuerda su debut con el Villarreal en UEFA, su etapa con Riquelme y su travesía por diferentes equipos. Analiza a sus homólogos y elogia al club.
¿Qué significa para ti el Club Deportivo Lugo S.A.D. en cuanto a sentimientos?
El Club Deportivo Lugo se caracteriza por ser una familia. Por encima del club está la humanidad. La gente que manda en el club, en este caso Bouso y Mouriz, en todo momento antes de firmar a un jugador, incluso ya cuando lo firman y está aquí, valoran por encima de toda la persona antes que las características futbolísticas. Incluso, una vez dentro del club le dan mucha, mucha importancia al trato humano. Es la gran diferencia respecto a otros clubes.
¿Cómo te describirías como jugador? ¿Cuáles crees que son tus fuertes y qué facetas debes mejorar todavía?
Como jugador ahora ya soy un jugador que me considero bastante fuerte en la marca, en estrategia me considero bastante importante en el sentido de que voy bien de cabeza y luego en las jugadas defensivas también suelo estar bastante concentrado en mi marca. En líneas generales, soy un jugador que a día de hoy con la edad que tengo ya aporto un poco de veteranía al grupo. Por poner defectos, sí es cierto que la rapidez ya no es la misma que cuando empecé e intento suplirla un poco con veteranía y colocación.
La pasada temporada llegaste al club en el mercado de invierno. Incluso fuiste titular con el Córdoba en Lugo en la tercera jornada. Diputaste 12 partidos con la camiseta rojiblanca en la campaña precedente. Participaste como titular en aquellos dos partidos fundamentales seguidos en casa ante Racing de Santander y Xerez marcando un tanto en el primero de los encuentros. ¿Qué instante destacas?
El momento más importante de la temporada fue evidentemente al final cuando logras el objetivo de haber conseguido la permanencia. Era el primer año del Lugo en Segunda División después de haber subido de Segunda B. Todo el mundo tenía plenas confianzas en intentar salvar la categoría porque era muy importante para el club a nivel institucional. La Sociedad Anónima Deportiva (S.A.D.) se hizo después y fue un proceso que al final todo el mundo puso de su lado para que el club estuviera en Segunda, pero lo más importante era evidentemente también el tema deportivo porque si el equipo no se mantenía no servía de nada hacer todo lo demás. En ese sentido, destaco el día que logramos la permanencia en el vestuario todo el mundo celebrándolo porque era un paso muy importante que habíamos conseguido todos los jugadores. Así nos lo reconoció el club.
Lo primero que destaco de tu trayectoria fue cuando fuiste campeón de España con la selección valenciana.
Son momentos de cuando eres más joven, te estás iniciando. Fui con la selección valenciana en todas las categorías y pude ser campeón de España. Son momentos muy bonitos porque coincides con jugadores que a día de hoy siguen jugando también y luego sobre todo te reconoce un premio de 18 jugadores de esa región. Quedar campeones no es fácil con la competitividad que hay en España.
Después, te crías seis años en la cantera del Valencia entre 1997 y 2003. Los últimos tres, en el filial. De esos tres, las dos últimas fueron en Segunda B disputando 36 partidos en total. ¿Qué recuerdos tienes de tu etapa en el Valencia?
La época del Valencia es muy importante en mi vida. Aprendí muchísimo. En ese momento estaba en la residencia de Paterna, donde se criaban los jugadores del Valencia. Con distintos entrenadores pude aprender muchísimo e incluso con muchos entrenamientos con el primer equipo para crecer como futbolista. Mucha culpa de que siga jugando hoy en día fue por mis inicios cuando estuve criado en esa cantera. Jugamos tres promociones: de Tercera a Segunda B que pudimos ascender y dos de Segunda B a Segunda que no pudimos lograrlo. Fueron años muy bonitos y siempre lo recordaré.
¿Destacas algún compañero de aquella época?
A día de hoy aún sigue jugando Jandro. Están el Girona. Es también un trotamundos del fútbol. Ha pasado por muchos equipos. En ese momento estaba con él en el Valencia B. Era, por así decirlo, el que más calidad tenía de todos y quien sobresalía por encima de todos. A nivel defensivo, tenía de compañero a David Navarro, el central que estuvo en el Valencia y ahora en el Levante. Se aprenden cosas de los compañeros. También es muy bonito hoy en día verlos seguir jugando.
A posteriori, una breve estancia en el Real Madrid B en Segunda.
Fue un paso muy fugaz. Acabé contrato con el Valencia e intenté ir allí. Estuve cerca de dos o tres meses acabando la competición. Siempre es bonito pertenecer a una entidad como el Real Madrid, que todo son lujos y te abre los ojos. Fue un paso fugaz al siguiente camino, que fue firmar con el Villarreal, una etapa también muy importante.
¿Algún compañero a destacar de tu etapa en la Casa Blanca?
Fue una situación en la que llegué y prácticamente estaba sentenciada la Liga. No hice amistad. Un detalle, por ejemplo, es que Diego López era el portero y era él el que me llevaba a los entrenamientos desde el hotel. No mantuve relación de teléfono. Era uno de los que me acercaba al hotel donde estaba hospedado. Estuve bastante tiempo con Riki, con Soldado, etcétera. Pero no mantengo contacto.
Con el Villarreal, en la temporada 2003/2004, debutaste contra el Galatasaray en Estambul en UEFA empatando a dos goles con doblete de Sonny Anderson. Fuiste convocado en semifinales ante el Valencia. Tenías de compañeros a jugadores como Reina, Arruabarrena, Belletti, Riquelme, Roger y Guayre, con el que coincidiste en el Lugo, entre otros. Contra la Roma ganasteis 2-0 en octavos. En competición nacional, juegas 218 minutos: 90 contra el Mallorca (ganáis 1-2 con goles de Quique Álvarez y Pere Martí), 61 contra Osasuna (perdéis 2-1) y 67 contra el Sevilla (vencéis 0-2 con goles de Jose Mari y en propia portería). ¿Qué destacarías de una temporada con jugadores de una talla inmensa?
Es el momento más importante de mi vida. A pesar de que siempre te quedas con los inicios y es importante formarte como futbolista en el Valencia, uno lo que quiere es llegar a ser profesional ya. Me da paso a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), en Primera, me da paso a debutar en UEFA y a pertenecer a una plantilla de Primera División. En ese momento, compartí vestuario con Riquelme, que era uno los de jugadores más importantes en España. Me quedé con cosas muy positivas. Con él, desde el primer día que llegué al vestuario pensé que iba a ser otra cosa y él fue uno de los que más me arropó, más estuvo a mi lado en todo momento. Siempre me preguntaba si me faltaba algo. Me llevaba a casa muchas veces. Fue ver que el hecho de estar en Primera División no era diferente al compañerismo que teníamos en el filial, sino que subías y te trataban como uno más. Luego, coincidí con el portero Reina, con muchísima gente con la que aprendí mucho. En ese momento estaba Benito Floro, del que también pude aprender muchísimo. Fue tocar lo máximo en el fútbol y aprender cosas muy bonitas de toda la gente que había allí dentro.
La temporada siguiente, 2004/2005, te marchas cedido al Racing de Ferrol en Segunda. Es tu primera etapa en Galicia. Juegas 40 partido y marcas un gol, pero un golazo en Salamanca desde mediocampo.
Benito Floro dejó de entrenar. Llegó Pellegrini al Villarreal. Él traía sus ideas y quería firmar a alguien en esa posición. Trajo a otro compañero. Yo, como era un chaval joven de la cantera, tuve que salir al igual que en cualquier entidad tienen que salir chavales jóvenes. Él fue muy justo conmigo en todo momento. Hice la pretemporada con Pellegrini. Él en todo momento me apoyó y fue muy justo. Me dijo las cosas claras desde el principio. Al final, todos pensamos que lo mejor era buscar una salida para seguir creciendo como futbolista. Salió el Racing de Ferrol en Segunda División. Era mi primer año de salir a un Segunda División y el club optó que lo mejor era buscar una cesión. Todo lo que pude vivir ese año fue muy bonito porque era mi primer año fuera de casa. Se crearon unas expectativas de intentar salvar la categoría porque había subido el Racing desde Segunda B. Lo logramos con mucho esfuerzo y yo pude jugar 40 partidos en Segunda en mi primer año e, incluso, meter un golazo en Salamanca desde mediocampo que dio la vuelta a medio mundo. Muy contento por mi primera temporada en Segunda.
En el Poli Ejido estás tres temporadas entre 2005 y 2008. Juegas 90 partidos marcando cuatro goles en la primera campaña y dos en la segunda. Las dos primeras temporadas juegas 36 y 37 encuentros, pero ya en la tercera prácticamente la mitad que las anteriores: 17.
Fue el paso siguiente. A mí me ofrecieron un contrato que pensaba que estaba muy bien, de tres años. Firmé porque iba a un proyecto muy importante. El entrenador era Pepe Mel, que lo han cesado en el Betis. Hicimos un gran equipo para pelear por un poco más que permanecer en la categoría y al final fuimos sextos, séptimos u octavos, no sé. Lo que buscaba yo era dar un salto importante en un equipo de Segunda División. Luego, el segundo año estuve con Tapia, que también fue entrenador del Betis. Jugué casi todos los partidos. Aprendí muchísimo de él. Fue un año que nos queríamos meter arriba y no lo logramos. El tercer año fue malo para mí porque, a pesar de que al principio empecé jugando con el entrenador gallego Luís Cesar, al final de la primera vuelta hacia atrás tuve una lesión y prácticamente empezaron a contar con otros compañeros. Vino Castro Santos también. Yo prácticamente no conté en ese tramo de Liga. Al final, sucedió un descenso, que siempre es traumático para un club. Es algo que siempre tengo ahí y no me hubiera gustado descender con un club como el Poli Ejido. Los tres años fueron magníficos y la gente se portó fenomenal conmigo.
Siguiente temporada con el Levante (2008-2009). Juegas poco más que en la temporada anterior (19 partidos) que en El Ejido, pero marcas cinco goles. Tu campaña más anotadora. Una proporción de un gol cada cuatro partidos.
Fue un caso similar a lo que me está pasando aquí. Llegué al Levante. Teníamos un equipo muy bueno y de entrenador teníamos a Luis García, ahora en el Getafe. Hicimos una temporada muy buena. Quedamos quintos o sextos. Estuve los primeros quince o dieciséis partidos sin jugar. Iba convocado y no jugaba. Estaban jugando otros compañeros. Desde el momento que entré tuve confianza, el míster así me lo demostró. Terminé el año con cinco goles. Creo que soy el central de la historia del Levante en Segunda División con más goles en una temporada. Álvaro Junior tenía cuatro.
Después, campaña 2009-2010 en el Elche con 22 partidos disputados.
Otro año bueno. Entonces no existía el playoff aún. Solo ascendían los tres primeros. Hicimos otro equipazo con jugadores como Trejo y Molina, que son referencia y están en equipos de Primera. Quedamos quintos o sextos con Claudio, el entrenador de la Ponferradina, y después con Bordalás. Elche es una ciudad de fútbol, en la que también teníamos muchas esperanzas de ser el equipo que ascendiera a Primera División después de muchos años sin conseguirlo. No lo pudimos conseguir. Estoy encantado que ahora lo hayan conseguido porque es una ciudad de fútbol y necesitaba tener un equipo en Primera.
Por último, dos temporadas y media en el Córdoba entre 2010 y mediados de la campaña 2012-2013. 35 partidos y cuatro goles en la primera campaña y 25 encuentros en la segunda. Ya en la tercera buscas una salida con el campeonato ya comenzado.
Todo lo que me pasó fue muy bonito. El primer año logramos permanecer en la categoría. El equipo en ese momento estaba hecho para intentar salvar la categoría. El entrenador era Lucas Alcaraz, pude jugar casi todos los partidos con él, marqué también cuatro goles. Aprendí muchísimo de él también. El año siguiente, con Paco Jemez, intentamos ser un equipo más compensado que intentase jugar al fútbol, que era la idea del entrenador. Fue el año más bonito en Córdoba porque logramos jugar la promoción de ascenso a Primera, que es un hecho muy importante para un equipo y una ciudad. La ciudad se volcó con nosotros. Fueron días muy especiales. Únicamente, no lo conseguimos y lo hizo el Valladolid en nuestro lugar. Un año de disfrutar muchísimo del fútbol porque en ese momento jugábamos muy bien. En el último año el entrenador era Rafa Berges, empezó a contar al principio conmigo, pero luego con otros compañeros. Como no tenía minutos intenté salir del equipo para buscar más participación y la ciudad fue Lugo. En Córdoba conocí a mi mujer, nació mi hijo y es una etapa muy bonita para mí. De hecho, tengo la casa allí y es donde voy a vivir el día de mañana.
¿Qué diferencias encuentras entre la Segunda de antaño en la que debutaste con el Real Madrid B con respecto a la actual?
Entonces la competición estaba más desvirtuada en el sentido del dinero. Llevo trece años seguidos jugando en Segunda sin bajar ni subir. Llevo trece temporadas seguidas. En ese momento, en la decimoquinta jornada de competición había una diferencia terrible entre unos equipos y otros. Había equipos que ya se veía que iban a apostar por ascender. En el campo se mostraba también a través de los fichajes que hacían y las diferencias se notaban. Hoy en día, es todo muy diferente porque entre otras cosas la crisis y los contratos que la LFP ha regularizado ha igualado a todos los equipos de Segunda. No te puedes pasar de un presupuesto. Por ejemplo, el Lugo no tiene nada que diferenciarse del Córdoba. El presupuesto varía, pero no es como antes. Antes desvirtuaba muchísimo todo. Ahora eso ya no existe. Existe una gran igualdad hoy en día. El equipo que está más arriba o más abajo es porque se lo merece en el terreno de juego.
¿En todas tus temporadas en Segunda cuál o cuáles fueron los delanteros que más dificultades te produjeron a la hora de marcarlos?
De los que más me ha costado es cuando hemos jugado contra el Castilla en el que estaban Negredo y Soldado. Eran dos delanteros espectaculares. Era muy difícil hacerte con ellos porque, o bien uno hacía una cosa o bien e otro. Siempre te acababan haciendo goles. Hoy en día, los chavales del Castilla la temporada pasada tanto Jesé como Morata en los tiempos de ahora han sido los que están un peldaño por encima de los demás por sus condiciones. Así lo han demostrado y por eso están en el primer equipo del Real Madrid. Luego, en otros equipos más vulgares, Geijo, que está en el Mallorca y compartió conmigo vestuario en el Levante. Cuando estaba en su mejor momento, no ahora porque ha atravesado una lesión, era un referente en Segunda y era el mandamás en cuanto a pichichi. Cuando te enfrentabas a él era un jugador muy peligroso.  
Hay una serie de compañeros con los compartes demarcación como defensa central. ¿Qué destacarías de todos ellos? El primero, central diestro como tú, Lolo Pavón.
Lolo Pavón es un grandísimo profesional. Es un chaval al que nadie le ha regalado nada. Donde ha estado siempre ha jugado. Ha estado muchas temporadas en el Numancia dejando el listón muy alto y siendo un jugador ejemplar para el club en el sentido de que siempre ha estado a muerte con ese club. Luego, en el campo se ha dejado todo por ese equipo. Hoy en día, en este equipo ya lo conocemos del año pasado y de éste. Es un jugador que sabe las condiciones que tiene. El gran fuerte que tiene es que está súper concentrado todo el partido. Es un jugador que tiene una gran concentración durante los noventa minutos. Luego, es rápido, va bien de cabeza y se ha acoplado directamente a lo que el míster pedía. Lo ha entendido a la perfección. Hoy en día, por eso está jugando.
Víctor Marco.
Un jugador de club. Llegó aquí en temporada de Segunda B, con el míster también. Lleva cuatro años con Quique Setién. Conoce a la perfección todo del míster desde un principio hasta ahora. Vino en una posición que no es la suya, la de central ahora, pues era lateral izquierdo. El míster decidió probarlo porque tiene una gran salida de balón. Es el jugador por así decirte de los que están atrás, al ser un lateral reconvertido a central, a la hora de sacar el balón tiene una grandísima calma y divide muy bien, que es algo muy importante para el equipo. El míster confía en él y lo entiende a la perfección porque sabe que le da un gran rendimiento en ese aspecto.
Jorge.
Le pasa lo que a mí: no ha jugado tantos minutos porque están jugando otros dos centrales. Es un chico que lleva mucho tiempo en el fútbol, hizo grandísimas temporadas con el Sporting de Gijón en lo mejores momentos cuando estaban Villa y Pablo Álvarez allí. El año pasado tuvo un año difícil en el Murcia, que al final consiguieron salvar la categoría de la manera que se salvó. Es un chico que no da su brazo a torcer. Una de sus características es que, a pesar de no estar jugando, nunca va a bajar los brazos, va a seguir apretando. Por resaltar algo de él es la primera vez que veo en el fútbol un chico que le pega con las dos piernas. Un central que le pega de derecha y de izquierda. Es una ventaja bastante importante que tiene.
Después, hay dos jugadores que pueden jugar de centrales como Víctor Díaz y Rafa García. Primeramente, Víctor. La pasada temporada así jugó en Sabadell y con el primer equipo del Celta entrenaba en esa posición.
Jugó de central contra el Sabadell la temporada pasada. Tiene unas condiciones espectaculares. Sin ser central, y no creo que lo pusieran en algún equipo de central porque él prefiere jugar de lateral derecho y es lo que ha hecho toda su vida, es como un pequeño parche que tiene el míster si en algún momento lo tuviera que necesitar si no hubiera ningún central. Es un jugador un poco comodín porque con las cualidades que tiene puede jugar en un momento dado en esa situación y como pasó en Sabadell puede incluso ganar el equipo. Es un chaval que trabaja muy bien todos los días y es un jugador un poco comodín para el míster.
Y Rafa García. Sin ir más lejos, la temporada pasada jugó de central en el Ángel Carro con el Xerez.
Sí es verdad queestuvo bastante tiempo jugando de central con el Xerez el año pasado. En el Rayo ha jugado algún partido. Se encuentra más cómodo en la posición en la que ha jugado toda la vida, que es de mediocentro. Son parches que tiene el míster que en un momento dado pueden jugar en esa posición. Es un chaval súper profesional, que se cuida muchísimo y tiene unas cualidades espectaculares. Ojalá el sábado pueda demostrarlas aquí porque le puede llegar su momento por la sanción de Seo (Fernando Seoane) y yo le deseo todo lo mejor porque es un futbolista excepcional.
¿Un central derecho de élite al que admiras o siempre admiraste?
Fernando Hierra, sin duda.
¿Por qué?
Hierro ha sido mi ídolo de la infancia y a día de hoy de todo lo que he visto. Es cierto que ahora hay grandísimos centrales como Sergio Ramos, pero lo que hacía Hierro era superior a todos los demás. A la hora de sacar el balón, la calidad que tenía, en cuanto a la posición, ser el mandamás. Ha sido la figura ejemplar en ese puesto.
¿El estadio donde más ilusión te hizo jugar?
Fue el del Galatasaray, el estadio Ali Sami Yen. Lo que yo viví ese día con 20 años nunca se me olvidará. El ambiente que había una hora y media o dos antes del partido, con las bengalas cayendo desde arriba de la grada hacia abajo. Incluso jugar aquel partido con Ballesteros y Coloccini fue algo que nunca se me olvidará.
¿Qué mensaje le enviarías a la cantera? ¿Qué valoración haces de ella?
La cantera no debe tener ninguna duda que el Lugo cualquier jugador que vea que se deja el alma, que entrena todos los días, que sobresale un poco en categorías inferiores va a tener la opción de estar en el primer equipo porque así le ha pasado a Iago y así le ha pasado a jugadores que han debutado en el primer equipo como Laro en Copa, Keko, etcétera. Es un club en el que tienes todo para poder llegar al primer equipo porque te lo va a dar si lo consigues día a día. Lo único que les puedo decir es que se fijen en el capitán que tenemos hoy en día, que es un valor del club, es una persona que se deja todo por el club, en el campo es el primero, en los entrenamientos es el primero y, por encima de todo, no le ha regalado nadie todos los años que lleva en el club, se lo ha trabajado día a día y si él ha llegado y es quien es dentro del Lugo cualquier jugador que esté en la cantera tiene que fijarse en él y apretar fuerte a poder llegar a ser un día como él.
Por último, ¿qué imagen personal quieres transmitir a la afición por lo que muestras en el campo?
Soy un jugador súper comprometido con la entidad desde que he llegado, jugando más o jugando menos. Los primeros meses pude disfrutar más de jugar. Todos los minutos que pude estar en el campo me intenté dejar el alma por estos colores. A día de hoy, soy un jugador comprometido con la entidad, que apoya al máximo a mi club, a mis compañeros y lo único que quiero es el bien para este club porque es el bien que me ha hecho a mí porque todo el mundo me ha tratado excepcional. Esté aquí o no esté algún día siempre diré que el Lugo fue un club ejemplar conmigo. 

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