domingo, 30 de septiembre de 2012

Lugo revive el mejor fútbol


El club rojiblanco rememora los años de la Gimnástica en Segunda y las fases de ascenso de los sesenta


Lugo no vive momentos tan dulces en el fútbol como hace varias décadas, en las que los aficionados lucenses se volcaban con el equipo rojiblanco como lo están haciendo ahora, en que se habla de fútbol en la calle, en los bares, en las empresas, en las instituciones o en cualquier lugar y esto es porque el fútbol sigue moviendo masas como antaño, lo que viene a demostrar que Lugo no dejó de ser una ciudad de fútbol nunca, desde hace más de cien años en que se jugaba el primer partido de balompié en las fiestas de San Froilán, entre dos equipos de A Coruña, en 1908, desde entonces ha ido creciendo el interés por este deporte de masas, pasando por diferentes etapas, desde aquel Deportivo de Lugo de hace más de cien años, al Lugo Spórting de los años treinta o los de la Gimnástica Lucense de los cuarenta, nacida de la fusión del Rayo y Club de Lugo, aunque alcanzó su máximo esplendor entre 1949 y 1952 con su militancia en la Segunda División, justo antes de su desaparición en 1952, después de descender de la categoría de plata, año en que dejó su plaza en Tercera al CD Polvorín, que desapareció un año después.

En 1953 nace de esa desaparición el actual CD Lugo, de la mano de Emilio Núñez Torrón como presidente y Manuel Martínez Suárez "Michines" como entrenador, en una época difícil para el fútbol lucense, que pasó por años de penuria hasta la década de los 60 que fue cuando volvió a levantar cabeza con las fases de ascenso del 61, 62 y 63, o luego después de otra pequeña crisis, la del 67, en años en que la afición volvía a llenar el Ángel Carro, como en tiempos de la Gimnástica en Segunda, en que la Avenida de A Coruña se convertía en un reguero de gente caminando, vestidos de gala, comparable a un paseo por las zonas de las barracas el día de San Froilán o el Domingo das Mozas, incluso en la actualidad la afición está rejuvenecida y su calor desde la grada es mayor que antaño superando incluso aquellos partidos de rivalidad con el Rácing de Ferrol o el "tren de la alegría".